jueves, 14 de agosto de 2014

La imagen que te asalta

Me contaron que en una expo de Antonio Tabernero alguien le preguntó por una de sus fotos. "¿Cómo ha hecho esta foto?". La respuesta fue, por lo visto, algo así: "He mirado por el visor y he apretado el botón". Obviamente, el consultante quería datos técnicos y el consultado dio datos prácticos.


Me llama mucho la atención cuando alguien se compra una cámara reflex y lo anuncia a bombo y platillo. Como si a partir de ese momento se hubiera convertido en un artista. Recuerdo al protagonista de "Alicia en las ciudades" de Wim Wenders. Era un periodista que recorría los Estados Unidos haciendo fotos con una Polaroid en busca de la inspiración para su próximo libro. Sus imágenes eran un reflejo de su estado de ánimo. Por eso la niña que le acompaña a lo largo de la historia le pregunta en un momento dado que por qué no sale en ninguna de ellas. Él repasa su colección de desiertos e interminables carreteras vacías reflejo de su propia soledad y entiende que él mismo es la esencia de su arte. No cabe la menor duda de que hay que controlar los conceptos técnicos para conseguir dominar este arte. Pero ese es un mero elemento conductor, como el instrumento para el músico. Lo que se cuenta a través de las imágenes es, al fin y al cabo, nuestro propio vocabulario. Y no hay nada más repelente que un fotógrafo redicho.

                                                                                     Alberto Arcos (bailarín y coreógrafo)

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